Calheta se sitúa al sudoeste de la isla de Madeira, a
unos 31 kms. de la ciudad de Funchal. Durante casi todo el año se puede
disfrutar aquí de un clima cálido y agradable.
Por eso no en vano se conoce a Calheta y su hermosa
playa artificial, de arena dorada y aguas templadas y cristalinas, como una de
las joyas de Madeira. Esta pequeña playa es una de las pocas en toda la isla de
Madeira, que tiene arena proveniente de Marruecos.
Calheta y su hermosa playa artificial |
Esta playa, abierta al público en el año 2004, está formada por dos playas separadas
entre sí por una gran embocadura de
acceso al mar. Ambas playas se encuentran protegidas de las embestidas del mar,
por unos altísimos rompeolas. Con estas mejoras las playas ofrecen suficiente
espacio para turistas y lugareños.
Una de las playas está situada justo al lado del
conocido Hotel Calheta Beach, ideal para familias con niños o para unas
vacaciones de relax.
Cabe también destacar que esta playa de Calheta ofrece
una gran variedad de actividades náuticas. Por ello es frecuentada por amantes del canotaje, la pesca deportiva, el
windsurf y el surf. De paso digamos que
dos de las localidades pertenecientes a Calheta, como son, Paul do Mar y Jardim
do Mar, desafían a los surfistas a probar sus espectaculares olas, consideradas
de las mejores de toda Europa.
El acceso a la playa es gratuito, además dispone de
servicio de tumbonas y sombrillas. Muy cerca de la zona de playa se encuentra
el puerto deportivo, con terrazas y restaurantes donde podrá saborear
diferentes platos, entre los cuales destacan especialidades de pescados y
mariscos y otros platos regionales. Una ración de las famosas lapas y el
tradicional bolo do caco, no podrán faltar.
Otros puntos de interés de Calheta son, aparte de los
monumentos de interés cultural como algunas de las iglesias de gran valor
histórico, el centro de Artes “Casa das Mudas” que suele presentar exposiciones
de diversa índole, obras de teatro, conciertos y muchos otros eventos.
Muy próximo a Calheta puede visitar las localidades
principalmente de pescadores, como son Jardim do Mar y Paul do Mar. Con
excelentes paseos marítimos para pasear o hacer ejercicio. Si se acerca hasta Prazeres, no deje
de visitar la granja escuela - “Quinta pedagógica dos Prazeres” - integrada en una
zona rural rodeada de jardines de hierbas aromáticas, flores y árboles
frutales, además de una gran variedad de
animales, que harán las delicias de los más pequeños. En esta quinta hay una
casa de Té con terraza y se pueden adquirir productos naturales producidos
artesanalmente.
Todavía en Prazeres puede probar el camino de los pies
descalzos, “Caminho dos pés descalços” es un recorrido integrado en la oferta
de servicios del hotel Jardim do Atlântico. Podrá disfrutar de verdaderos momentos de reflexología natural para sus pies. Es uno de los
placeres de Prazeres.
Después de haber visitado la zona de Calheta, se puede
dirigir a Paul da Serra, una planicie situada a 1500 metros de altitud, desde
la cual se pueden observar ambas vertientes de la isla de Madeira, tanto la
costa norte, como la costa sur. A partir de Paul da Serra podrá llegar hasta
Rabaçal, donde tendrá la posibilidad de apreciar el bosque típico de Madeira,
la floresta Laurisilva, de laurel silvestre, que se extiende en forma de un manto verde
sobre las montañas.