Llegados
hasta Monte para visitar esta bella localidad, ahora tenemos la
oportunidad de tomar parte en una de las más emocionantes
atracciones de la isla: los carros de Monte.
Descrita por Hemingway, en sus memorias, como una de las experiencias más excitantes de su vida, los carros do Monte son una especie de vehículo fuera de lo común, que deslizan cuesta abajo a gran velocidad en un vertiginoso recorrido hasta llegar a Funchal.
Introducido en la isla alrededor de 1850, este peculiar medio de transporte consiste en una especie de banco de mimbre, apoyado sobre trineos de madera que es conducido y empujado por los carreiros, dos hombres que, vestidos con ropas tradicionales, pantalones y camisa blancas, sombrero de paja y unas botas especiales, controlan su velocidad por medio de cuerdas y las botas con suela de goma que usan para frenar.
En el sec XIX, cuando surgieron los carros de Monte, también conocidos por carrinhos de cesto o toboganes, sirvieron de medio de transporte de las clases sociales más altas para acceder desde Funchal a Monte. Hoy en día sirven sólo como atracción turística, satisfaciendo a muchos turistas deseosos de vivir esta excitante aventura a gran velocidad por las pronunciadas cuestas de Madeira.
Descrita por Hemingway, en sus memorias, como una de las experiencias más excitantes de su vida, los carros do Monte son una especie de vehículo fuera de lo común, que deslizan cuesta abajo a gran velocidad en un vertiginoso recorrido hasta llegar a Funchal.
Introducido en la isla alrededor de 1850, este peculiar medio de transporte consiste en una especie de banco de mimbre, apoyado sobre trineos de madera que es conducido y empujado por los carreiros, dos hombres que, vestidos con ropas tradicionales, pantalones y camisa blancas, sombrero de paja y unas botas especiales, controlan su velocidad por medio de cuerdas y las botas con suela de goma que usan para frenar.
En el sec XIX, cuando surgieron los carros de Monte, también conocidos por carrinhos de cesto o toboganes, sirvieron de medio de transporte de las clases sociales más altas para acceder desde Funchal a Monte. Hoy en día sirven sólo como atracción turística, satisfaciendo a muchos turistas deseosos de vivir esta excitante aventura a gran velocidad por las pronunciadas cuestas de Madeira.
Los carros de Monte se deslizan como trineos sobre el asfalto de la inclinada y antigua carretera que va desde Monte hasta Livramento, a lo largo de un recorrido aproximado de dos kilómetros. Antiguamente llegaban hasta Funchal, recorriendo los 4 km de distancia en poco más de 15 minutos.
El punto de partida de estos “Trineos de mimbre” está situado próximo a la escalinata de Nuestra Señora de Monte, frente al Hotel Belmonte. La bajada cuesta 25 € y la capacidad del carrinho es para un máximo de 2 personas. Funcionan todos los días de 09:00 a 18:00 h y los Domingos de 09:00 a 13:00, descansando tan sólo el 15 de Agosto, día de la fiesta de Monte y el 25 de Diciembre.
En este vídeo se puede contemplar como bajan los carros de Monte.